martes, 23 de noviembre de 2010

Reseña: Sherlock Ninja

El año 2010 estará indefectiblemente marcado por el estreno del blockbuster Sherlock Holmes de Guy Ritchie, que para bien o para mal ha devuelto al personaje a la primera plana de la cultura de masas. No es de extrañar, por tanto, que antes y después del film surgieran gran cantidad de proyectos al amparo de esta nueva popularidad, a veces avanzándose incluso al estreno del film: es el caso de este Sherlock Ninja, un cómic único que se atreve a combinar las acrobacias de los guerreros orientales con la lucha contra el crimen del detective de Baker Street.

Antartic Press es uno de los sellos de cómic americano que, al margen de las grandes editoriales, han tenido una trayectoria fundada en el cómic comercial más que la línea independiente. En el caso de AP, su principal rasgo ha sido el género del amerimanga, o híbrido entre la narrativa típica del cómic USA con el aspecto gráfico del manga japonés. El resultado han sido títulos como Gold Digger o la célebre Areala Warrior Nun de Ben Dunn. Al margen de estas series principales, el resto de títulos ha tenido una trayectoria más bien errática, si bien la editorial siempre ha contado con una presencia en el mercado, gracias a sus éxitos o a proyectos puntuales, como este que nos ocupa.




Sherlock Ninja es, a todas luces, un puro divertimento que nos presenta a un detective muy distinto al que todos conocemos, transformado en un auténtico guerrero ninja: la Inverness se convierte aquí en una extensa capa que flota mientras el héroe corre por las azoteas de Londres (sic), mientras que al a parafernalia típica de la pipa o el deer-stalker se añaden las katanas o shurikens.

La historia nos presenta aun misterioso y violento guerrero asiático llamado The Iron Monkey (el Mono de Hierro), cuyo tacto es capaz de matar, y que se encuentra en la capital británica en busca de una extraña gema que contiene su alma. Como no podía ser de otra forma, la joya se encuentra en poder de una dama que, ignorante de su auténtica naturaleza, acude a Baker Street para pedir la ayuda de Sherlock Holmes, sabiendo únicamente que un asesino va en busca de la gema y su vida corre peligro. Si bien al principio el detective se muestra reticente a aceptar el caso, pronto será capaz de captar la presencia encerrada en el interior de la joya (gracias al entrenamiento aprendido en sus viajes, dice, referencia a su periplo tibetano, suponemos), y tras dejar a su clienta a buen recaudo, decide enfrentarse directamente al Mono de Hierro.




No faltan detalles ciertamente interesantes, como el refugio oculto en el Big Ben o la espada inocente que jamás ha derramado una gota de sangre (y única arma capaz de vencer al Mono de Hierro), sin embargo, en general el experimento puede considerarse fallido. No tanto por introducir a Holmes en una historia de corte asiático, ni siquiera por el estilo gráfico en sí, sino por alejarse en exceso del personaje y su mundo. Fred Perry, dibujante y responsable también del argumento, demuestra su absoluto desconocimiento del detective de Baker Street, hasta el punto de que en la historia no aparece ninguno de los secundarios habituales (Watson, la señora Hudson, Lestrade…), y la representación que se realiza de Baker Street, sobre todo del exterior, hace pensar que el autor no se ha molestado en leer uno solo de los relatos de Conan Doyle.

En conclusión, una curiosidad más en el cada vez más extenso panorama de cómics dedicados a la figura de Sherlock Holmes, debutando en esta ocasión en un género como el amerimanga.





FICHA-

TÍTULO: Sherlock Ninja

EDICIÓN ORIGINAL: Noviembre 2009

EDITORIAL: Antartic Press

GUIÓN Y DIBUJO: Fred Perry

EDICIÓN ESPAÑOLA: No hay




No hay comentarios:

Publicar un comentario